¿Qué mayor evidencia podemos tener de que Jesús nos ama que el hecho que murió por nosotros? Y porque él vive, nosotros también viviremos. […] Que en corazones agradecidos y labios tocados por el fuego sagrado resuene la canción: “Jesús ha resucitado, y vive para interceder por nosotros”. “Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro”. Comprended esta esperanza, y se aferrará al alma como un ancla cierta y segura. Creed, y veréis la gloria de Dios.
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