Conocer el futuro ha sido uno de los grandes intereses del ser humano. Pero tengo la impresión de que hoy resulta un tanto tenebroso pensar en el porvenir: el calentamiento global, las nuevas enfermedades, las interminables guerras, el aumento exponencial de la violencia, el desempleo, las crisis económicas, la escasez de agua, entre otras.
Es por eso que cada vez que alguien pretende afirmar que tiene una información secreta sobre lo que sucederá en el mundo, mucha gente le presta atención.
En esta ocasión, los mayas han sido elegidos como herramienta para proclamar que sus supuestas “profecías” predicen el fin del mundo en el año 2012. Hoy circulan cientos de artículos en revistas y páginas de Internet, así como libros que abundan sobre la cultura y sabiduría maya con relación a los temas del final de la civilización humana.
Bueno, parece que algunos místicos ya han dejado descansar a Nostradamus, a la gran pirámide de Egipto y a San Malaquías, y han volteado sus ojos a la antigua Mesoamérica, de por sí fascinante por sus grandes misterios y atractivos culturales, para pretender encontrar en sus arcanos un rumbo a este planeta.
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