“La Fe en el Antiguo Testamento”:
Sábado 22 de Octubre
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Gálatas 3:1-14; Romanos 1:2; 4:3; Génesis 15:6; 12:1-3; Levítico 17:11; 2 Corintios 5:21.
PARA MEMORIZAR:
“Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero)” (Gálatas 3:13).
UN NIÑITO HIZO UN BOTECITO, lo pintó y lo arregló. Un día, alguien le robó el bote, y él quedó angustiado. A las pocas semanas, el niño pasó frente a una casa de empeño y vio su bote. Contento, entró al negocio y le dijo al dueño: “Este es mi botecito”. “No”, dijo el dueño, “es mío, porque lo compré”. “Sí”, dijo el niño, “pero es mío porque yo lo fabriqué”. “Bueno”, dijo el dueño, “si me pagas dos dólares, puedes tenerlo”. Eso era mucho dinero para el niño, que no tenía un centavo. Pero decidió que los tendría; así que, trabajó cortando el césped y haciendo tareas diversas, y pronto tuvo su dinero.
Entonces, corrió al negocio y dijo: “Quiero mi bote”. Entregó el dinero, y recibió su bote. Lo tomó en sus brazos, diciendo: “Mi botecito, te amo. Eres mío. Eres dos veces mío. Te hice, y ahora te compré”
Así sucede con nosotros. En un sentido, somos dos veces de Dios. Él nos creó, pero entramos en la casa de empeño del diablo. Entonces, vino Jesús y nos compró a un costo terrible, no de dinero, sino de su preciosa sangre. Somos de Dios por creación y por redención. (Adaptado de William M. Tidwell, Pointed Illustrations, p. 97).
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