El filme de Mel Gibson La Pasión de Cristo ha despertado emociones profundas y controversias apasionadas. Para algunos, ha llegado a ser un método para separar las “ovejas” de los “cabritos”. Más realista es la separación entre los espectadores emocionales y racionales, y la mayoría se ubica en la primera categoría. Las emociones impiden una evaluación racional de la película, especialmente por parte de los espectadores ajenos a los errores bíblicos e históricos sutilmente introducidos en él.
Desde el punto de vista cinematográfico, el filme representa un logro artístico notable. Los personajes parecen reales. Los judíos, los soldados romanos, Pilato, su esposa y los discípulos están vestidos a la usanza de la época. María es una excepción, ya que parece más una monja medieval que una judía del siglo primero. Jim Caviezel, que hace el papel de Cristo, gotea sudor y sangre, y se mueve durante buena parte del filme con un ojo permanentemente cerrado, luego de haber sido brutalmente golpeado por los soldados poco después de su arresto. La azotaina en cámara lenta, acompañada de un suave canto gregoriano, produce respuestas emocionales profundas..........
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