Introducción:
El don profético se fundamenta en la necesidad básica de la comunicación que debe existir entre la Deidad y la familia humana caída. El ocultismo y la esfera de los falsos profetas son dos sistemas que han operado a lo largo de la historia humana para engañar y hacer errar al ignorante y al incauto, alejándolo de las comunicaciones genuinas provenientes de Dios. Por el otro lado, el sistema de comunicaciones de Dios, que es básicamente el don profético, está claramente delineado en las Escrituras (Núm. 12:6; Amós 3:7; Luc. 1:70).
Se usan cuatro palabras en las Escrituras (tres en hebreo y una en griego) para referirse al instrumento humano en este tipo de comunicación. Ro'eh (1 Sam. 9:9; Isa. 30:10), y las más frecuente, chozeh (2 Sam. 24:11; Amós 7:12; 2 Rey. 17:13, etc.), establecen una conexión con el concepto de "visión", y están traducidas generalmente como "vidente". La idea parece ser que Dios abre a los "ojos", esto es, al entendimiento del profeta, cualquier información o mensaje que él desee que se transmita a su pueblo. Los términos, por lo tanto, enfatizan el recibimiento de un mensaje divino por parte del profeta.
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